di Fr. José Manuel Romero, 35, 2012, pp. 452-453
La situación de la lglesia Católica en China durante el siglo XX quizá sea uno de los temas que más interés despiertan en la historiografía católica contemporánea. Profesores y especialistas, en su mayor parte de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán y del Instituto de Religiones Mundiales de la Academia China de Ciencias Sociales de Pekín, se dieron cita en Macerata (Italia) los días 8 y 9 de marzo de 2007 para celebrar el congreso internacional «In the footsteps of Mateo Ricci. Church and China in the 20th century», «Sulle orme di Matteo Ricci», cuyas actas recoge este volumen.
El contenido se distribuye en cuatro partes. La primera, introductoria, desarrolla en tres artículos una visión general de las relaciones de la Iglesia Católica con China. El primero lo trata desde la perspectiva de cómo la lglesia en su catolicidad se pone en relación con las diversas realidades culturales, civilizaciones, ideologías y lo que significa para la lglesia en este punto la relación con una realidad tan importante y constituida como China. Se afronta en un segundo artículo lo que han sido las relaciones en el ámbito diplomático entre la Santa Sede y Peking, repasando por pontificados su evolución a lo largo del siglo XX, destacando lo que ha habido de continuidad y lo que ha supuesto novedad en ellas. El tercer artículo trata de las relaciones e influjos de carácter filosófico entre Occidente y China.
En las dos partes centrales del libro se reconstruye la historia del asentamiento de la Iglesia en China, en su dinámica dialéctica de mantener al mismo tiempo su catolicidad y su idiosincrasia china en el devenir de las circunstancias históricoculturales, desde el fin de la dinastía Qing, y con ella del imperio chino, hasta la actualidad. Estas dos partes se articulan en torno al triunfo de la revolución comunista, que marcó un antes y un después en las relaciones entre la lglesia y China. En el comienzo de estas relaciones ejercieron gran influjo las consecuencias que para la lglesia en China tuvieron la revuelta de los Boxers y los sentimientos anticristianos-antiextranjeros que suscitó en la población.
Con el inicio de la República en 1911 comenzó un periodo en el que la apertura hacia el Oeste y los deseos de encontrar un camino de modernización político-social propiciaron un cambio profundo en la esfera social y cultural de China, y la lglesia se pudo establecer con cierto éxito en China a pesar de las dificultades. La década de los 20 fue una época de reforma en los métodos misionales. Monseñor Celso Costantini fue el actor principal de este proceso de buscar un encuentro profundo con la cultura china, siguiendo las huellas de Mateo Ricci. En ese proceso destaca también la importante figura de Ma Xiangbo y de otros intelectuales chinos a la par que fervientes católicos, que con su patriotismo y amor a la lglesia contribuyeron notablemente a facilitar el proceso de inculturación de la Iglesia y de la indigenización del clero. Sin embargo, su intento de aplicar las directrices de Benedicto XV en su encíclica Maximum illud no fue facil. Ese proceso chocó a veces con resistencias por parte de los misioneros apegados, en cierto modo, a ideas nacionalistas y a prácticas misionales ya arraigadas entre ellos. Fruto de esta política fueron dos hechos tan relevantes como el primer Concilio plenario de Shanghai en 1924 y las primeras consagraciones de obispos chinos en 1926, que fortalecieron el asentamiento de la lglesia local en la sociedad china. El 1949, fecha de la revolución comunista, abre el periodo de la Nueva China liderado por Mao Zedong y abre a su vez una nueva etapa en esta historia de relaciones, etapa que va a tener efectos profundos para la lglesia Católica en China.
Esta parte del volumen recoge estudios sobre la situación de la Iglesia durante las décadas de los 50 y 60 y años posteriores, que es la época menos conocida. El estudio de la Asociación Patriótica China de Católicos, el proceso histórico de su formación en 1957, así como las primeras ordenaciones ilícitas de obispos sin mandato pontificio y la evolución de las políticas religiosas del gobierno comunista aportan luz que ayuda a comprender la situación actual de la Iglesia Católica en China. Tratan, por un lado, de valorar el influjo del concilio Vaticano II en la Iglesia y en su modo de relacionarse con China, y, por otro, los cambios que produjo en China su. tardía recepción. Son dos los artículos que afrontan la cuestión. Uno lo hace desde una perspectiva eclesial y otro desde el punto de vista de la evolución del partido comunista, con los cambios que produjo la llegada al poder de Deng Xiaoping en 1978 y que llegan basta el actual presidente y a la carta del Benedicto XVI a los católicos de China.
La última parte del libro se centra en las fuentes historiográficas para el estudio de la Cristiandad en China en la edad contemporánea, que es el periodo que más investigación necesita. Ese investigación se ha visto entorpecido por el difícil acceso a las fuentes más recientes. En este volumen autorizados autores chinos presentan por primera vez al público no chino fuentes tan importantes como las gacetas gubernamentales y otra documentación inédita conservada en el archivo de la República Popular China.
Es, pues, un libro muy útil, recomendado para todo el que esté interesado en obtener una idea general y, al mismo tiempo, profunda sobre este apasionante tema, tratado desde sus más variados aspectos con el rigor de buenos expertos.